BATTLE METAL – Turisas (2004)

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Al loro con estos finlandeses, hijos del mismísimo Dios de la Guerra que les da nombre y que tiene sobrados motivos para sentirse orgulloso de ellos. Turisas cultivan un Folk Viking Metal sinfónico que sin duda satisfará a un amplio rango de melómanos, desde los seguidores de Blind Guardian hasta los incondicionales de bandas más agresivas como Korpiklaani o Enslaved.

Battle Metal es su carta de presentación, una verdadera declaración de intenciones arrasadoras. El tiempo se encargaría de colocar a este fenomenal grupo en lo más alto del género.

PAGAN – Cruachan (2004)

Pagan

Después del logradísimo Folk-Lore, Cruachan vuelven a la carga con este magnífico Pagan, un álbum que conserva la calidad y la originalidad del anterior y que recupera en cierta forma la agresividad «blackmetalera» de su debut Tuatha Na Gael. A pesar de ello, algunos seguidores lo consideran su peor trabajo, pero también es cierto que son los mismos fans que los acusaban de «vendidos» y de «comerciales» por haber sabido triunfar en escenarios grandes gracias a su esfuerzo y su buen hacer (y es que de envidiosos está el mundo lleno).

Este trabajo es la confirmación de que Cruachan son grandes, muy grandes.

SIGNALS – Rush (1982)

Lo que aquí tenemos es sin duda un gran punto de inflexión en la discografía de Rush. Después del aclamado Moving Pictures (para muchos su gran obra maestra, y uno de los álbumes más representativos de Rock Progresivo), la banda canadiense se acoge definitivamente a la fórmula de las canciones cortas y más llevaderas, los videoclips para la MTV y los estribillos pegadizos para petarlo en las radios. Esto supone indudablemente un paso atrás en lo que a complejidad y ambición musical se refiere (lo cual sería la tónica general en la década de los ’80, algo que ya hemos tratado aquí previamente), pero Rush lo hacen siendo fieles a su estilo y calidad inconfundibles.

Signals es un trabajo que se caracteriza por un mayor uso de sintetizadores -en detrimento de las guitarras-, por su accesibilidad y por su buen gusto dentro de su simplicidad. Las canciones que lo componen son excelsas, de la primera a la última, y la producción es, como siempre, genial.

Una prueba indiscutible de que no hay que sacrificar el alma para adaptarse a los nuevos tiempos.

FULL HOUSE – Fairport Convention (1970)

En Full House nos encontramos a unos Fairport Convention sin voz femenina, después de la marcha de Sandy Denny. Esto no representaría un cambio sustancial si las voces, hasta ahora responsabilidad de Sandy, no hubieran sido asumidas por el resto de miembros de la banda, todos ellos varones. Al bajo se incorpora Dave Pegg (quien más tarde entraría en las filas de Jethro Tull) en sustitución de Ashley Hutchings, quien también había abandonado la banda después de haber sufrido un accidente en el que falleció el anterior batería Martin Lamble. Todo ello hace de este álbum un trabajo especial.

Y es un trabajo especial desde su mismo título: Full House viene de la decisión del grupo de irse a vivir juntos a lo que anteriormente era un pub, junto con sus familias, al más puro estilo comunal hippie. Esto les permitió trabajar de forma más constante, sumergirse en la música para sacar lo mejor de sí mismos y, en definitiva, dedicar la totalidad de su tiempo a componer, tocar y grabar.

Y el resultado de todo ello fue éste, su disco más progresivo y, junto con Liege & Lief, el más elaborado. Al Folk tradicional que ya era marca de la casa se le suma una originalidad en las composiciones y una pulcritud en la interpretación magníficas.

Estupendo trabajo para iniciarse en la banda.

PD: Dado que los enlaces de descarga duran un suspiro, dejaré de incluirlos a partir de ahora. De todas formas, si queréis descargaros cualquiera de los discos aquí presentados, sabéis que Google os puede ayudar.

PALEPOLI – Osanna (1972)

Rock Progresivo desde Italia, como tantas otras veces. Osanna es uno de esos grupos magníficos que decidieron contribuir a un estilo predominantemente inglés a su manera, absorbiendo la influencia de su propia escuela y aportando, entre otros, este gran trabajo que, con razón, pasaría a formar parte de la historia ya no sólo de un subgénero tan rico y heterogéneo como puede ser el Rock Progresivo Italiano, sino del Rock Progresivo en sí.

Palepoli es sin duda la gran obra maestra de Osanna. Su estructura recuerda mucho a A Passion Play de Jethro Tull, por estar dividido en dos grandes suites con un breve interludio. Además, la influencia de JT es fácilmente apreciable, aunque predomina una agresividad jazzística más cercana a grupos como King Crimson o VDGG.

Desde luego, no lo recomiendo para iniciarse en el Rock Progresivo Italiano, pero es un paso imprescindible después de bandas como Il Balletto Di Bronzo.

FIGHTING THE WORLD – Manowar (1987)

Dentro de la gran era de Manowar, no podemos olvidarnos del magnífico Fighting The World, primer disco de la banda en ser grabado nada menos que con Atlantic Records, y primer álbum de Heavy Metal grabado totalmente en formato digital.

No hay mucho que reseñar: Fighting The World es Manowar en estado puro, con toda su fuerza y su carácter épico, sus letras llenas de hazañas heroicas y una producción bestial. Como curiosidad, cabe destacar que la canción Defender cuenta en su introducción nada más y nada menos que con Orson Welles. Esta grabación se había hecho para el álbum debut de Manowar, Battle Hymns, pero la banda decide hacer uso de ella en este trabajo, dos años después de la muerte de Wells.

UNISONIC – Unisonic (2012)

Uno de los discos más esperados del año fue este álbum debut de Unisonic, un supergrupo alemán que cuenta con la presencia de miembros de Asia, Pink Cream 69 y, lo más importante, con la reunión después de 24 años -para la grabación de un álbum completo- de dos figuras claves dentro del mundo del Heavy Metal: Mike Kiske y Kai Hansen, la pareja de oro que llevó a Helloween a lo más alto con la primera y la segunda parte de Keeper Of The Seven Keys.

Y quizá hubo quien creyese que la reunión de este dúo galáctico iba a suponer un nuevo impulso para el Heavy Metal, o tal vez una renovación del género, pero lo cierto es que estamos ante un trabajo mucho más orientado hacia un Hard Rock más sobrio, más «maduro», que no se caracteriza por su rapidez extrema o su contundencia, sino más bien por unas melodías pegadizas cargadas de ritmo que atraen al oyente a través de una gran belleza basada en la sencillez, y no en alardes de virtuosismo instrumental o en composiciones rebuscadas.

Kiske y Hansen no sólo se han reunido, sino que han sabido actualizarse para presentarnos un álbum muy potente y atractivo cuya producción, dicho sea de paso, es ACOJONANTE.